Decreto 44: "La Oportunidad de Transformar el Bienestar en tu Organización"
- Patricia Villagra M.

- 16 oct
- 3 Min. de lectura
El bienestar de los colaboradores ya no es solo una buena práctica, es una exigencia estratégica y, a partir de febrero de 2025, una obligación legal en Chile, con la entrada en vigencia del Decreto Supremo N°44. Esta nueva normativa, que actualiza la gestión preventiva de riesgos laborales, representa una oportunidad invaluable para las empresas que, como EndoPRime, entendemos que la productividad y el engagement nacen de una cultura organizacional que valora y cuida a su capital humano, priorizando la prevención de accidentes y enfermedades profesionales.

¿Qué implica el Decreto Supremo N° 44 para las organizaciones?
Una mirada clara y práctica
El Decreto Supremo N° 44, establece un nuevo marco normativo para la gestión de riesgos laborales en Chile. Su objetivo principal es fortalecer la seguridad y salud en el trabajo a través de una gestión preventiva, participativa y con enfoque de género.
Para muchas empresas, esto significa ajustes adicionales en sus políticas internas, asumir roles más activos en prevención y reforzar la cultura organizacional. A continuación te explico los aspectos más relevantes del decreto y cómo puede afectar el día a día de tus colaboradores y tu gestión interna, sin que esto suene técnico o intimidante.
Más que un requisito legal, este decreto abre la conversación sobre cómo concebimos el trabajo y el bienestar en nuestras organizaciones.
Principales novedades del Decreto N° 44
Gestión preventiva centralizada: Se exige implementar un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) que identifique peligros, evalúe riesgos y establezca planes correctivos anticipados.
Participación activa de los trabajadores: Las personas colaboradoras deben estar involucradas en instancias de prevención, por ejemplo en comités paritarios o delegados de prevención.
Enfoque de género e inclusión: Se considera que los riesgos laborales no son iguales para todas las personas, y se deben adoptar medidas que respondan a esas diferencias.
Capacitación continua como obligación: No basta con tener políticas: se exige formación constante para todas las personas en temas de seguridad, prevención y riesgos específicos del puesto.
Instrumentos actualizados de gestión: Entre ellos: matrices de riesgos, mapas de peligros, reglamentos internos, registro de incidentes y el Formulario Único de Fiscalización.
¿Por qué es relevante para tu empresa y tus colaboradores?
Menos accidentes, menos costos ocultos: Al anticiparse y controlar riesgos, se reducen incapacidades, ausentismo y pérdidas operativas.
Confianza y percepción de cuidado: Cuando los empleados perciben que la empresa apuesta por su seguridad, mejora su compromiso y su vínculo con el trabajo.
Cumplimiento normativo y evitar sanciones: Estar al día con esta normativa es vital para evitar multas o responsabilidades legales.
Equipo más capacitado: La formación obliga a mantener a todos actualizados en prevención, fortaleciendo cultura interna.
¿Cómo pueden acompañar los líderes este proceso?
Integrar la normativa al lenguaje cotidiano: No “leyes” ni “reglamentos” fríos, sino “cómo cuidamos entre todos este espacio de trabajo”.
Diseñar jornadas de inducción preventiva: Talleres que expliquen el decreto de forma práctica (qué hacer ante un riesgo, cómo reportarlo, quiénes participan).
Incluir en las evaluaciones de clima organizacional: Preguntar si los colaboradores sienten que el lugar de trabajo es seguro, si conocen los protocolos y se sienten partícipes.
Asignar responsables claros: Delegados, comités, personas encargadas de seguridad que no estén solo “formalmente” nombradas, sino con autoridad real.
Comunicación clara y constante: Publicar instancias de mejora, casos de éxito, lecciones aprendidas sobre incidentes menores, y mantener la prevención visible.




Comentarios