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Liderazgo Flexible: Un puente entre lo humano y la estrategia

  • Foto del escritor: Patricia Villagra M.
    Patricia Villagra M.
  • 25 ago
  • 3 Min. de lectura

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Los últimos meses, he leído varios artículos que hablan sobre cómo muchas empresas están volviendo a la presencialidad, y la motivación surge principalmente por la necesidad de mejorar la productividad y recuperar la conexión entre sus equipos.

Esto se inició con gigantes como Amazon, JP Morgan Chase y Nike, que han reforzado sus políticas de retorno a la oficina (RTO), exigiendo al menos cuatro días presenciales por semana. Mientras tanto, otras siguen apostando por esquemas híbridos o remotos. Esto ha generado un debate: ¿cuál es realmente el mejor modelo de trabajo para la productividad y la salud organizacional?

La evidencia reciente sugiere que la respuesta no está en el modelo en sí, sino en cómo las organizaciones fortalecen su cultura y sus prácticas de comunicacióm interna. Factores como la colaboración, la innovación, la conectividad, la mentoría y el desarrollo de habilidades siguen siendo los verdaderos impulsores del compromiso y la efectividad organizacional.

Entonces, hoy el mayor desafío de los líderes actuales no está en elegir entre presencialidad, trabajo híbrido o remoto, sino en cómo logran mantener la conexión humana y la cohesión de sus equipos en cualquier modelo de trabajo.

En este escenario, el liderazgo flexible se convierte en un factor clave para mantener la cohesión, motivar a los colaboradores y responder a los cambios constantes del entorno laboral.

El liderazgo flexible es la capacidad de adaptarse al contexto, a las personas y a las necesidades de cada situación. No se trata de un estilo único, rígido o vertical, sino de una forma dinámica de liderar que combina la escucha activa, la empatía y la capacidad de tomar decisiones claras.

Este tipo de liderazgo reconoce que detrás de cada colaborador hay una persona con motivaciones, talentos y necesidades únicas, y que gestionarlas bien es fundamental para lograr equipos comprometidos y productivos.

¿Cómo aplicar el liderazgo flexible?

El liderazgo flexible no es un estilo único, sino una capacidad de adaptación que permite a los líderes responder de manera efectiva a las distintas realidades de sus equipos. Se se caracteriza por la capacidad de adaptar el estilo de gestión, enfoque a las circunstancias cambiantes y a las necesidades de cada persona del equipo.

Algunas características son:

  • Capacidad de adaptarse: Modifican su enfoque de liderazgo ante situaciones inciertas, impredecibles o cambiantes, revisando planes para incorporar innovaciones y superar desafíos. 
  • Mentalidad abierta: Aceptan el cambio y están dispuestos a probar nuevos comportamientos y enfoques, tanto de forma proactiva como reactiva. 
  • Personalización del enfoque: Adaptan su estilo para conectar mejor con diferentes miembros del equipo, considerando sus habilidades, capacidades y la situación específica. 
  • Empatía: Comprenden que no hay una única forma de liderar y que sus acciones deben ajustarse a las necesidades del momento y de las personas. 
  • Autoconocimiento: Potencian sus virtudes y trabajan sus desventajas.
  • Fomento de la colaboración: Crean un entorno seguro para que los miembros del equipo compartan ideas y trabajen juntos, lo que permite mayor creatividad, innovación y el desarrollo. 
  • Delegación y empoderamiento: Confian en su equipo, dando espacio para que cada persona trabaje con autonomía, mientras ofrecen apoyo oportuno sin interferir en exceso.

En la práctica, estas acciones no solo fortalecen la cohesión y el compromiso, sino que también transforman al equipo en un verdadero motor de productividad. El liderazgo flexible, más que una simple tendencia, es una respuesta natural a la creciente diversidad del entorno laboral actual.

Este tipo de liderazgo impulsa significativamente la productividad y la motivación al hacer que los equipos se sientan valorados, lo que a su vez incrementa su compromiso. Este enfoque promueve una conexión más humana, ya que un líder que se interesa por los intereses y el bienestar de su equipo puede identificar necesidades y ofrecer apoyo de manera proactiva. Además, la flexibilidad es clave para construir una cultura organizacional sólida, cimentada en la confianza, el respeto y la colaboración, lo que la hace resiliente ante los cambios. Finalmente, mejora la comunicación al prestar atención tanto a las señales verbales como no verbales, permitiendo detectar a tiempo posibles inconformidades o ideas no expresadas, y así resolver cualquier malestar oportunamente.

Hoy las empresas necesitan líderes que sean un puente entre lo humano y lo estratégico. El liderazgo flexible es una respueta al dinámico entorno laboral y al retorno al trabajo presencial, sino que además es la clave para formar equipos cohesionados, motivados y preparados para cualquier desafío. Por lo tanto, los nuevos líderes deben tomar cursos que les ayuden con herramientas como: comunicación efectiva, gestión del cambio, trabajo en equipo, técnicas de coaching, etc.

La tarea ahora y a futuro, es que la capacitación para nuevos líderes debe ir más allá de las habilidades técnicas o de gestión tradicionales, se debe poner un fuerte énfasis en el desarrollo de competencias interpersonales, habilidades blandas e inteligencia emocional.
 
 
 

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